Cuando empiezo una opinión, o reseña, o review, o como le quieran llamar, de algún videojuego regularmente procuro compararlo con alguna experiencia similar de dominio popular, ya sea alguna película, programa de TV u otro juego, y al intentar encontrar similitudes en la experiencia de jugar Shadow of the Colossus no puedo encontrar ninguna que se empate totalmente, ni siquiera remotamente, a lo mejor a algunas personas les puede hacer similar a Zelda, pero para mi no tiene mucho que ver.
Época medieval, soledad, paisajes y aventura pudieran ser palabras que les transmitan la idea.
¿Y como empieza esta historia?
Vamos atravesando un bosque con un lento cabalgar de tu corcel, a pesar de las limitadas gráficas del PS2 se logra transmitir el sentimiento de tristeza en el ambiente, es evidente que no llevamos prisa, montado van el que será el protagonista de esta historia junto con una doncella aparentemente inconciente, al llegar al final del bosque se encuentran con un acantilado y le único camino a seguir es un angosto y kilométrico puente de piedra que te lleva a un gigantesco castillo.
El puente luce fantástico y hermoso pero pareciera inútil, continuas tu camino y entras al castillo que luce oscuro y solitario, no parece existir vida en el, desciendes por unas escaleras hasta llegar a un salón muy grande, al final del mismo se ve la luz del día y una especie de cama de piedra, te acercas, bajas de tu caballo y pones el cuerpo de tu acompañante sin vida en ella.
Haz llegado hasta ahí para pedir un deseo, tu acompañante esta muerta y quieres que la vuelvan a la vida, de alguna manera invocas al que es capaz de concederte tal favor. Al parecer estas tierras son prohibidas y en ella habitan 16 colosos de piedra, la voz que responde a tus plegarias te pide a cambio derrotar a estos gigantes.
No te da pistas, ni consejos, ni armas superpoderosas, solo la orden que debes cumplir si quieres tener a tu acompañante de vuelta.
Así de sencilla es la razón por la cual comienzas esta batalla, tus herramientas solo son, un arco con flechas, tu corcel y una espada que te ayuda a encontrar la dirección para enfrentar al gigante en turno.
Sales del castillo y llamas a tu caballo de un silbido, lo montas y empiezas tu cabalgar por los inmensos escenarios que te rodean, no hay música para ambientar tu largo camino, solo el sonido de el andar de tu caballo y del viento que mese tus cabellos, la grandeza y la soledad de lo que alcanza tu vista resulta memorable; un mundo que luce tan muerto y al mismo tiempo tan lleno de vida, tan simple pero tan fantástico ¿como lograron transmitirme ese sentimiento con unas gráficas que hoy en día lucen viejas? es un misterio.
Te diriges valeroso a enfrentar a tu primer oponente siguiendo el rayo de luz que emite tu espada al dirigirla al cielo mientras cabalgas a toda velocidad. La luz te dirige hacia un muro de piedra, no hay manera de continuar con tu caballo, así que bajas de el y empiezas a escalar, la cumbre se ve lejana y debes de fijarte bien de donde te sujetas, después de unos minutos escalas hasta la cima solo para llegar y sentirte indefenso ante un enorme monstruo de piedra que ni siquiera se inmuta por tu presencia, pues le resultas tan insignificante como una araña a un elefante. Desenfundas tu espada y te diriges a toda prisa hacia el, sueltas tu primer golpe pero tu espada rebota como sucedería en la realidad si la estrellas contra una piedra. ¿Como vas a derrotar a este gigante? no hay rayos electrificantes, no hay pistolas de plasma o bazucas superpoderosas, no hay brincos sobrenaturales, ni naves, solo una física y movilidad muy similar a la del mundo real, pero sabes que existe una manera de derrotarlo y la tienes que encontrar. Ese es el gran reto de el juego, ninguno de los 16 colosos se derrota de la misma manera, todos ellos muy diferentes entre si, puedes necesitar a tu caballo o no, tal vez tu arco en el siguiente o aprovechar su torpeza, o tu velocidad o tu tamaño.
No les quiero arruinar la sorpresa, así que no les adelantaré detalles es realmente una experiencia peculiar imperdible que no encontraran en otro lado.
No se asusten, no es un juego en el que se tengan que clavar con ítems, mejoras o con acertijos, tampoco tendrán que invertirle muchas horas, el juego es muy simple y de hecho es corto si se la llevan muy de prisa, bien pueden derrotar a un coloso por día o por semana o por mes y no le perderán el hilo por que la narrativa no es compleja, no hay huecos en la historia ni secretos por descubrir y aun así es un deleite jugarlo y su guión es digno de una película "hollywodense".
Obvio no les voy a adelantar el final de este juego, pero si les diré que los va a enganchar y lo vivirán como ningún otro, pues la participación que tienes te involucra invariablemente y el sentimiento que te quieren transmitir los creadores se logra muy bien dejándote en el lugar correcto para disfrutar el clímax de la historia, es sin lugar a dudas EL MEJOR FINAL DE
Tampoco me quiero clavar en ondas técnicas, el control es muy natural, 5 minutos jugándolo y conocerás todos los botones, la manera en la que implementaron el manejo del caballo es magistral, realmente sientes que cabalgas uno y aunque las graficas hoy en día resultan viejas te transmiten mucho.
Si tienes un PS2 o PS3 retrocompatible NO lo puedes dejar pasar, hoy en día ya es un clásico, y tratar de describir los aciertos de este juego sería "spoliarlo" (si me permiten el término).
Definitivamente este juego merecería un 10 absoluto, pero como aquí somos muy mamones para calificar le daremos un 9.8 por unos pequeñísimos detalles en el control que pudieran resultar molestos pero nada que los saque de contexto.
Recuerden mis palabras, si tienen oportunidad juéguenlo, no se van arrepentir. Y además quiero leer sus opiniones del juego.